Acné

DERMATOLOGÍA CLÍNICA

Esta enfermedad de la piel hace referencia a la inflamación de lo que se conoce como “unidad pilosebácea”, en la que participan tanto la glándula sebácea como el folículo de pelo. Lo que observamos en la piel de una persona con acné es la presencia de comedores abiertos, conocidos como “puntos negros”, comedones cerrados, pústulas y lesiones nodulares que pueden resultar dolorosas, dependiendo del grado de inflamación.

Muchas veces, luego de haber superado la fase inflamatoria de la enfermedad, pueden quedar cicatrices que se observan tanto deprimidas como sobreelevadas, lo que generalmente causa molestias estéticas al paciente.

Existen diferentes tratamientos (dependiendo del tipo de cicatriz, de la extensión y gravedad de las mismas) que modifican su apariencia y generan resultados estéticamente aceptables.

Cuidado!

Es importante tener en cuenta que el tratamiento del acné y sus secuelas (cicatrices) se establece individualmente y acorde a la severidad del mismo.

Se recomienda hacer una consulta precoz para obtener resultados satisfactorios y evitar cicatrices.