La piel de los niños, por la inmadurez fisiológica que presenta es más vulnerable a una gran cantidad de enfermedades cutáneas. La dermatitis atópica, por ejemplo, es una de las más frecuentes, y es capaz de causar una gran morbilidad.
El correcto manejo de estos pacientes requiere personal especializado en dermatología pediátrica.
Dra. Marina Meneses
Dermatóloga
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