La cavitación consiste en la emisión de ondas ultrasónicas de alta intensidad que rompen los adipositos a través de una serie de compresiones y descompresiones, para luego ser transportados por el sistema linfático y sanguíneo hacia el hígado y ser metabolizados y eliminados. Una vez finalizada la sesión, se deben realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico para estimular el drenaje linfático y la eliminación de toxinas.