La piel afectada, que es siempre la cara, posee una de las siguientes características: enrojecimiento en nariz, mejillas, mentón y frente, ojos irritados, granitos (pápulas ó pústulas) y aparición de pequeños vasos sanguíneos dilatados. Cualquier persona entre los 20 y los 70 años puede padecerla, pero con mayor frecuencia se da entre los 20 y los 50 años siendo más propensas a sufrirlas las mujeres y los pacientes con piel muy blanca. Puede parecerse y confundirse con el acné.
Las causas aún son desconocidas. Una persona puede ser susceptible debido a una variedad de factores como la herencia y el tipo de piel. Ciertos factores son considerados agravantes de la rosácea:
Desafortunadamente no hay cura pero puede ser tratada. El tratamiento puede detener la progresión de la enfermedad y en algunos casos revertir el proceso. En varios casos el dermatólogo prescribe el tratamiento tópico o local combinado por antibióticos por vía oral y pantalla solar permanente. Se puede comenzar a ver resultados en las primeras semanas.
Cuanto antes acuda al dermatólogo, más pronto logrará controlar la rosácea.
El seguimiento del tratamiento a lo largo del tiempo evitará las recurrencias además de conservar su piel con un aspecto saludable.
Dr. Carlos Comerio
Dermatólogo
MP 9182